El agujero negro de la desmotivación
La desmotivación en el trabajo no solo es un problema para quien la padece: los empleados desmotivados repercuten directamente sobre la productividad, lo cual pone sobre la mesa la necesidad de un cambio en la cultura laboral.
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COLABORA2023
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Una nueva cultura del trabajo se vindicaba como propia de la nueva generación de trabajadores. La flexibilización de los horarios, la creencia en el propósito de la organización o mejores condiciones en el puesto eran algunos de los factores que el futuro del trabajo tenía en mente. Pero, tras el teletrabajo forzado que se vivió con la pandemia, hemos visto que, si bien esta transformación auguraba mejoras, también tenía algunos desafíos que requieren mantener las alertas en la cultura organizativa.
Los altos ritmos de productividad a los que se encuentran algunos puestos de trabajo son altísimos: poco tiempo para realizar las tareas, jornadas laborales de más de 40 horas y una creencia social de que el que más trabaja más merece o mejor es para el conjunto no ayudan a encontrar un equilibrio sano entre la vida personal y laboral.
Además, las actividades extraoficiales ligadas al puesto de trabajo, como conferencias, reuniones, cenas o encuentros fuera del horario laboral hacen que exista una presión constante por mejorar la marca personal y mostrarse como una persona impecable en todos los aspectos.
Con esto, la frontera entre lo personal y lo profesional cada vez es más fina, y si bien esto ha generado relaciones de cercanía y mayor empatía en los círculos profesionales, también es la razón de una imposible desconexión y una vida orientada plenamente ya no a ser un trabajador, sino una marca. Este hecho ha derivado en fatiga, cansancio y sensación de pérdida de foco por parte de muchos trabajadores que afirman estar agotados, con cada vez más personas dejando sus trabajos y sufriendo lo que ya se conoce como burnout.
La imposibilidad de desconectar puede llevar a un trabajador al burnout
Autores como Eudald Espluga han puesto de relieve esta mimetización en sus obras, como su libro No seas tú mismo: apuntes sobre una generación fatigada (Paidós). Recientemente, la autora Henar Vega ha publicado Trabajar en llamas: Aprende a gestionar y superar el síndrome del trabajador quemado (Lid Ediciones), un libro que pretende acompañar a los profesionales que sienten que están a punto de quemarse a partir de descripciones, modelos y herramientas. Esta guía con ánimo de ayudar y orientar a trabajadores al límite busca ser un faro en el que encontrar soluciones útiles, con métodos de prevención y evaluación y maneras de distinguir si lo que sufre uno es burnout u otro problema asociado.
Recientemente, se ha dedicado mucha más atención a las condiciones de salud mental con la que viven los trabajadores. Así, en el caso del burnout, la Organización Mundial de la Salud (OMS) realizó un estudio en 2019 que mostraba que, en todo el mundo, un 10% de los profesionales lo había experimentado. Sin embargo, en 2021, un informe de Adecco, empresa de recursos humanos española, demostró que llegaba al 40% de los empleados. En el estudio ‘Resetting Normal: redefiniendo la nueva era del trabajo’, que buscaba estudiar las nuevas tendencias que se habían generado durante el teletrabajo forzado por la pandemia, también se destacaban algunos de los condicionantes de este burnout: mucha presión, horas extras y falta de límites entre la jornada laboral y la vida personal. La Guía del Mercado Laboral 2022 constató esta información cuando encontró que el 43% de los profesionales españoles tienen «cierta sensación de agotamiento, fatiga laboral o se sienten quemados con su trabajo».
Justamente, en 2019, la OMS incluyó el Síndrome de Quemarse por el Trabajo (burnout) en la Clasificación Internacional de Enfermedades y Problemas de Salud Conexos. Y desde el 1 de enero de 2022 es un motivo de baja laboral en España. A pesar de ser un paso importante, aún falta mucho para que se normalice este tipo de enfermedades y podamos prevenirlas a tiempo, en lugar de comprenderlas cuando ya es demasiado tarde.
La desmotivación es una sensación de apatía, falta de energía e interés que es cada vez más común en el ámbito laboral. El estrés, la frustración o la falta de cuidado personal pueden ser algunas de las cuestiones que llevan a ello, pero también hay evidencia científica sobre otros factores que nos conducen a este estado. Esta experiencia de vacío puede ser muy aislante, y el libro de Henar Vega es una mano tendida para toda persona que se sienta perdida en estas sensaciones. La importancia de poner el foco en la salud mental ha ganado terreno en nuestras agendas en los últimos años, y es de vital importancia que la gestión y cultura laboral las tenga en cuenta no solamente para reaccionar a tiempo, sino también para prevenirlas.
Por ello, es importante que las empresas y organizaciones incorporen esta sensibilidad y estas herramientas en sus estructuras organizativas. En el siglo XXI, la presión hacia el empleado es constante y variada, y la complejización de nuestras sociedades ha conducido a muchas personas a situaciones en las que ya no saben por qué están estresados o cuál es la causa de sus frustraciones y desmotivaciones personales.
Por ello, es importante que los equipos destinen tiempo, esfuerzos y presupuesto a estas cuestiones, para poder impulsar entornos que no solamente sean conciliadores y que tengan en cuenta los condicionantes de cada empleado, sino que pongan la persona en el centro de la organización y permitan sistemas productivos más sostenibles socialmente.
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